Esta hecho nunca se lo he contado a nadie me paso hace más de treinta años, yo vivía en el campo cerca de la frontera con Bolivia, ya saben como es la vida de campo, levantarse temprano, dormir temprano; mi esposo trabaja en una maderera así que se iba temprano a trabajar y volvía al anochecer, en ese entonces teníamos tres hijos y estaban conmigo todo el día, entrado el invierno las noches se vuelven largas y los días cortos, mi esposo siempre se levantaba a las 4 de la mañana para prepararse para ir a trabajar y yo me levantaba junto con él para prepararle aunque sea unos mates, una madrugada me dijo que me quedará en la cama pues estaba un poco engripada así que seguí durmiendo y al rato sentí como mi esposo volvía a la cama y me abrazaba lo que me extraño a lo que me agarro una pesadez en los ojos que no podía aguantar el sueño así que caí en un sueño profundo, luego ya de día mis hijos me despertaron, voltee para ver si estaba mi marido pero él ya no estaba, espere ansiosa todo el día para preguntarle si era el quien volvió a acostarse junto a mi.
Cuando por fin llego espere a que estemos solos para preguntarle, a lo que me miro fijamente y muy serio respondiéndome “yo me fui temprano como todas las mañanas”, yo entre en pánico pues alguien o algo se había acostado junto a mi, él me abrazo y me dijo mañana veremos quien es tu solo hazte la dormida yo haré de irme a trabajar y luego volveré para saber quien o que es eso.
Llegada la madrugada se hizo todo normal él se levanto y se fue, yo me quedé en cama no podía estar de los nervios el corazón se me salia, imagínense 4 de la mañana lluvia y frío sin luz eléctrica, nuestra única luz era por velas o con un mechero; sentí como en un instante algo se metió a la cama de nuevo y me abrazo yo no podía disimular mi miedo y empece a temblar y a rezar, así estuve como alrededor de 15 minutos a lo que entra mi marido (él si tenía una linterna de esas a pilas como eran antes); alumbra, yo giro la cabeza y veo a este ser parecía un humano pero no lo era parecía un animal pero no lo era era calvo y flaco pero a la vez tenía pelos manos largas con garras y sus ojos brillaban; mi marido intento apartarlo de mi pero este ser me agarro del brazo y hacía unos gritos terribles, en un acto reflejo agarré y le tiré con mi crucifijo, fue ahí cuando me soltó y salió gritando por la ventana, mi marido lo persiguió con la escopeta pero éste ser se perdió en la densa oscuridad del monte para nunca más volver.
Así es la vida de la gente del campo, sepan escuchar y creer las historias que les cuentan, pues si las cuentan es por que habrá sucedido, esa gente es honesta y sincera, muchas veces ese tipo de experiencias vividas les pueden servir a ustedes para algún momento de su vida.
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