El siguiente relato me lo contó mi abuelo cuando yo era un adolescente de su misma edad. Pido de antemano una disculpa por las malas palabras, pero no quise omitir nada en lo absoluto y así quedase justo como aconteció.
Hay una fiesta que se celebra cada año en el "pueblo de Ballecitos" un rancho ubicado en un municipio del estado de Guerrero. Éste lugar es la sede de todos los acontecimientos suscitados...
Mi abuelo era un joven bastante intrépido y simpático, no había baile que no se perdiese y ese año no iba hacer la excepción. Cómo todo muchacho evadía las responsabilidades que se le acudían... Días atrás su madre le había pedido que le llevase unas herramientas a su tío, ya que este se encontraba en el cerro sembrando Chile por la temporada.
Como en todo pueblo se escuchaban rumores sobre "espantos" y "aparecidos"; no podía pasar desapercibido este lugar. Mi abuelo siempre decía que eran simples patrañas y cuentos de gente loca.
Pero ese día su madre le advirtió:
"Hijo ve temprano hacerme el mandado; recuerda que vas a pasar por la "cueva del diablo"
A lo que mi abuelo contesto con una risa burlona y grotesca: "A mi el diablo me hace los mandados"
Llegó la tarde el joven decidió comenzar arreglarse, la fiesta ya no podía esperar por lo que se marchó temprano hacia la plaza principal, ya había ahí unos amigos que ya habían "empezado a tomar".
Todo el rato estuvo tomando, bailando, divirtiéndose como solía hacerlo siempre... Comúnmente la fiesta se extendía hasta otro día; pero justo en ese instante recordó que tenia el mandato de ir con su tío; las herramientas ya hacia días que las esperaba. (El camino era de 2 horas a pie).
Rápidamente decidió embriagarse lo mas pronto posible, ya que pronto tomaría el sendero hacia su "encargo". y así fue; se despidió de sus amigos y algunos familiares que todavía seguían con el festejo.
Sólo un pariente se percató y le advirtió:
-Toma la vereda larga, no se te ocurra tomar el atajo de la cueva ya vez lo que dice la gente que pasa..
Ya muy tomado contestó:
"Yo no le tengo miedo a nada ni a nadie"
Tomó paso apresurado y para acortar decidió tomarlo , sin importarle las advertencias antes mencionadas. Eran las 2:00 am y sólo la luz de la luna alumbraba un poco la travesía que se divisaba entre el monte.
Iba pensado en la gran fiesta y las mujeres con las que había bailado y la próxima que se vendría en unos meses... Y cuando menos se imaginó ya iba a medio camino. Los montes tenían tonalidad oscura verdosa, el ruido que producía el viento que chocaba entre los arboles podían poner en psicosis al mas valiente, pero no a él era muy valiente.
Se detuvo en una piedra ya llevaba casi la hora y cuarto de camino; decidió prender un puro que llevaba en el bolsillo; se puso a contemplar la majestuosidad de las estrellas y entonces dijo para si mismo:
"Como es la gente de miedosa por aquí ni sale nada".
En un dado momento le vino a la mente lo que muchos le habían advertido sobre la cueva. Pero siempre él tan seguro de si mismo pensó: "Quisiera que se me apareciera el diablo para ver si he cierto"....
En ese mismo instante un aire intenso lo golpeó de pies a cabeza, volteó hacia su derecha paracontemplar la cueva a unos escasos metros; pasó saliva y se puso de pie.
-"total ya casi llego" se dijo y continuo su marcha.
No tardó mucho en hacerse realidad esa efímera fantasía... justo al pasar frente a la cueva escucho un aullido que parecía provenir del mismísimo infierno... Según sus recuerdos eran 7 animales juntos llorando y maullando a la par.
Volteó rápidamente hacia la cueva con una cara pálida, empezó a sudar y quiso correr pero sus pies en ese instante no le respondieron en absoluto. cayo al piso como si un fuerte golpe le hubiera pegado en las rodillas.
Se sentó un poco y en un sólo perplejo rondaron cientos de historias que contaban los del pueblo; la que más recalco su pensar fue que el diablo se había llevado a un primo y lo dejó en unos espinales; ahí lo encontraron pero quedó mudo, jamás pudo recuperar la voz; cosa que conmociono a mucha gente puesto que las incógnitas se hicieron presentes por la situación de ese hombre.
Entonces su ideal se avivó:
"No puedo correr y si lo hago el me va alcanzar, no queda de otra mas que enfrentarlo"
En ese mismo instante escucho un segundo grito; pero esta vez mas cerca; cada vez se escuchaba mas repugnante y sus oídos estaban por estallar...
"Pero que chingados"
Con las pocas fuerzas que le quedaban tomó su machete...
Entonces se le ocurrió empezar a rezar en voz alta y con un grito desgarrador pronuncio:
"En el nombre de cristo aléjate de mi"
Pero el tercer aullido parecía ya estar al lado de él tan fuerte que tiró todo lo que portaba. Esta vez uno de sus tímpanos reventó de tan tremendo chillido; pudo sentir como la sangre corría por su rostro. Tomó entonces una drástica decisión...
Recogió su machete que estaba del suelo, su mirada tomo una frialdad, recobró la poca fuerza que le quedaba y aventó al aire el primer machetazo y pronunció:
"Vente hijo de tú PTM! Vamos a partirnos la madre....
" Muéstrate ahora, no te tengo miedo pendejo"
Sintió un ligero descanso al hacer esto; prosiguió tirando machetazos a todos lados y diciendo todas las maldiciones posibles... Cada vez más y más fuertes... Una piedra se atravesó en su camino y salieron chispas en el contacto; aprovechó este incidente para darle con todas sus fuerzas a la piedra.... viéndose casi fuego cada vez que insidia una y otra vez...
Seguía gritando cada vez más fuerte; empezaba a recuperarse del todo, sus rodillas estaban mejor ... Se sintió vigoroso; una voz interior le decía que prosiguiera.
"Muéstrate infeliz que te voy a mochar la cabeza"
"Vente cabrón para ver a cuanto nos toca"....
Gritaba tan fuerte que su garganta empezaba a quebrantarse...
cuando sintió que se quedaba sin aliento escucho un cuarto grito pero esta vez mas lejos... por dentro estalló de emoción pero no quiso cantar victoria y prosiguió ya casi sin habla...
(Se imaginaba un toro, un perro de 2 cabezas)
Seguía golpeando desmidamente las piedras, ramas y pastizales que se cruzaban a su paso; ya no podía decir palabra alguna y solo sollozaba en sus adentros; seguía intentando majaderías hacia la cosa que había salido.
Escucho un quinto grito muy ligero y desmedido dentro de la cueva... Ya no pudo sostener el llanto...
Su rostro comenzó a quedar empapado de sudor entre mezclado con lágrimas.
Un último grito retumbo aquella noche penumbrosa:
"Cobarde vente a los chingadazos"
Cayó desvanecido del cansancio en el frío monte. Sintió una gran pesadez en sus parpados y por más que lucho por mantenerlos abiertos no lo consiguió.
Despertó casi a la hora por los ruidos de animales; recobró la memoria y se puso de pie; en eso sintió una pesada mirada que lo observaba... Sin titubear busco su sus cosas empuñó su daga con su mano derecha se limpió un poco y camino hacia atrás con el cuchillo por delante... ya sin voz, con ambas piernas temblando y las manos ensangrentadas.
Pensó para si: No bajaré la guardia"
Avanzó a paso veloz; la cueva cada vez quedaba más y más lejos, la luna comenzaba a ocultarse para dar paso al amanecer. Pudo divisar el camino hacía su destino.
Ya una vez que se sintió a salvo y que sus pies retomaron fuerza, corrió tan rápido como un niño desmedido... Ya no miro hacia atrás aún tenía pavor...
A lo lejos pudo ver la choza de su tío, sintió recobrar el aliento.
Ya estaba demasiado agotado pero al verlo en los sembradíos corrió hacia él con la viva idea de abrazarle.
Su tío vio que venia rápidamente hacia él; su mirada se transformo de inmediato en asombro:
"Casi me lleva" repitió estas palabras después de caer desmayado.
Reacciono ya cerca del atardecer; su mirada se veía cabizbaja y muy perturbada... Su tío se encontraba a un lado de él completamente desconcertado
¿Que pasó? Le pregunto atónito...
Me peleé con el diablo respondió"...
El familiar saco una garrafa con mezcal que tenía en reserva...
" Tomate un vaso de golpe para que te tranquilices".
Asintió con la cabeza, cogió el vaso; sorbió el fuerte licor...
-Y entonces comenzó a relatar lo sucedido:
"Fíjate que pasé por la cueva del diablo y éste salio a mi encuentro, gritaba tan espeluznante que mi cuerpo empezó a temblar, tome un machete para esperar su encuentro pero se me rajó"
pronunciaba el relato con seriedad ...Su pariente empezaba a preocuparse y pensaba:
¿Cuales gritos? de a ver sido los habría escuchado. Y es que la cueva no se encontraba muy lejos de ahí...
¿No me crees verdad? mi abuelo reclamó...
Le dijo que" no"y es que su tío era aún más incrédulo que el.
"Estabas muy borracho pudo a ver sido que lo imaginaras"...
Se dio cuenta que nadie le creería e intentar covencer a la gente iba hacer algo tedioso.
"Yo creo que resbalé me golpeé la cabeza y lo demás es historia"...
-Su tío solamente asintió con la cabeza.
Se guardo su experiencia para si mismo durante muchos años... Tenía una mar de dudas que tal vez nunca podía aclarar. Dicho suceso le ayudaría a convertirse en un hombre integro y responsable, muy creyente y devoto de la religión.
"A sus 80 años reza todas las noches pues aún tiene miedo que se lo lleve el diablo "