Mi historia no es del todo paranormal, pero si está relacionado con un fuerte trabajo de brujería.
Soy del estado de Yucatán. Aquí mucha gente cree en la brujería y en ocasiones utilizan la magia negra para atacar a otras personas.
Bueno, mi familia vivía en un poblado llamado Temozón y la historia gira en torno a mi tía Q.E.P.D.
Mi tía era una persona muy guapa, le gustaba arreglarse, era risueña, noble, amable y de buen carácter. Acudía a los gremios, una tradición yucateca que se realiza en el pueblo, siempre haciendo amigos y llevándose bien con todos, o al menos eso creíamos...
Pero las cosas cambiaron de una manera inesperada con el paso del tiempo. Mi tía ya no era la misma persona alegre que todos conocíamos, sino que ahora estaba seria, cansada, hasta incluso parecía triste. Por más que mi mamá le preguntaba si tenía algo, ella decía que estaba bien solo que durante las noches no podía conciliar bien el sueño.
En fin, durante un tiempo su actitud se mantuvo así, y a parte se alejó mucho de la familia. Mi mamá preocupada decidió que un día fueramos a visitarla a su casa y para nuestra sorpresa, al verla ella estaba de mal a peor; era muy delgada, ojerosa y desarreglada. Su casa de siempre mantenerla limpia estaba descuidada, y a parte nos percatamos que llevaba un tiempo sin ingerir alimentos. Ella decía que era falta de hambre, pero definitivamente eso ya no era normal, todos empezamos a preocuparnos por ella.
Decidimos llevarla con un doctor para que le hicieran análisis, pero lo extraño era que no mostraba ningún problema... Pasó aún más tiempo y mi tía ya había cambiado completamente...
Llegó el día que enfermó, aunque aparentemente los doctores le dijeron que ella estaba sana y no era así, poco a poco fue perdiendo la fuerza hasta incluso, no poder hablar.
Los doctores seguían sin saber cual era el problema, y la solución para ellos era mandarla al hospital O'Horan en Mérida, para que recibiera atención medica (los que conocen o han oído hablar de ese hospital saben cómo es la situación allá).
Mi mamá y demás tías estaban muy preocupadas por su hermana, que decidieron buscar otra alternativa, la magia...
Fueron a visitar a una señora que hace brujería, le contaron y ella les recomendó unas hiervas y brebajes, para cuando fueran al hospital a visitar a mi tía, se las dieran a beber. Desafortunamdamente, esto no la hizo mejorar, al contrario mi mamá y tías se dieron cuenta que la salud de mi tía estaba empeorando drasticamente.
Decidieron ir con otra señora, una espiritista de Valladolid que realmente era muy caro atenderte con ella. Le contaron la situación y hasta los menjurjes que la bruja anterior les había recomendado...
La espiritista comenzó a leer las cartas mientras mi mamá seguía explicándole y dijo que cuando te hacen brujería se va haciendo por etapas y mi tía ya estaba en la etapa de velación, donde ya no quedaba más por hacer...
Les dijo que la bruja anterior con la que habían acudido por primera vez, era quien le estaba haciendo la maldad a mi tía, por esa razón no mejoraba su salud.
Obviamente, mi mamá y tias se sorprendieron, no sabían porque la bruja quería hacerle daño a mi tía si ni siquiera la conocía...
Pero la espiritista les explicó que al parecer una persona muy allegada a la familia de mi tía había ido con ella para hacerle magia negra.
Resulta, que en una ocasión mi tía y su cuñada pelearon horrible (ellas nunca habían llevado una buena relación), y en una reunión familiar que hubo después, tuvieron ambas que tolerarse la presencia, aunque supuestamente, su cuñada le puso algo a la comida de mi tía que le ocasionó el mal. Desde ahí comenzó todo....
La espiritista dijo que no podía hacer nada ya, que si hubieran ido con ella desde el principio hubiera más esperanza de poder salvar a mi tía. La única opción que les dio era mejorarla por unos días para que la dieran de alta en el hospital y sacarla de ahí para que llegara a descansar a su casa.
Mi familia accedió y volvieron a darle menjurjes a mi tía, en el proceso de tres días efectivamente mejoró bastante y lograron sacarla del hospital.
Cuando la llevaron a su casa mi mamá me habló rápidamente para decirme que si me quería despedir de mi tía y yo acudí rápidamente. Cuando llegué, mi prima la tenía abrazada mientras le rezaban, poco a poco mi tía fue desvaneciendo hasta dar su último suspiro...
En su acta de defunción el doctor puso que había muerto a los 53 años de edad por causas naturales. En su funeral llegó la espiritista que la había sacado del hospital, e hizo unas oraciones para que su alma descansara en paz y no fuera atrapada por el maligno.
La verdad fue un proceso muy triste para mí y mi familia lo que tuvimos que vivir.
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