El día que fui a provincia a visitar a mis abuelos, por el camino de ida ocurrió algo raro.
Como no recordaba muy bien la casa de mi abuela, al bajar del carro, me fui en dirección contraria, pensando que por ese lugar vivía.
Como mis abuelos viven cerca de un cerro, y en la sierra hay varios cerros, pensé que estaba yendo por el camino correcto.
Después de 10 minutos de caminata, cuando pasé por un riachuelo, me hizo algo extraño el camino, porque no recordaba que había un riachuelo.
Pensando que estaba perdido, al momento que iba a regresar, de repente veo a una persona caminando en dirección al monte.
Como quería orientarme, voy detrás de la persona para preguntarle en qué dirección está el pueblo.
Al momento que le estaba dando alcance, me percato que la persona era una mujer de avanzada edad, porque estaba caminando agachado.
Cuando le pregunté si sabe dónde queda el pueblo, parece que no me escuchó, porque seguía caminando.
Pensé que la abuela tenía problemas para escuchar, que ya por su edad no escucha bien, así que nuevamente le pregunto en voz alta si conoce el pueblo, pero la abuela, nada, no me hacía caso y seguía caminando.
Sé que ponerse frente a una persona es de mala educación y más aún en los pueblos. Se puede malentender y pensar que quieres hacer algo malo, pero como no la abuela no me hacía caso, no me quedaba de otra, que ponerme al frente y detener su camino para preguntarle en qué dirección queda el pueblo.
Al momento que estaba por ponerme en su delante, noté que la abuela caminaba con la mirada hacia abajo.
Estando en su delante, le digo a la abuela que por favor se detenga, y que me diga en dirección queda el pueblo.
La abuela no me respondía, y seguía con la mirada hacia el piso.
Nuevamente le pregunto a la abuela, que por favor me mire y me diga en qué dirección queda el pueblo.
Para que dije que levante la mirada, hasta ahora me arrepiento por decirlo, porque me tocó ver algo muy, pero muy terrorífico.
Cuando la abuela me miró, al instante me entró miedo, porque enseguida me di cuenta, que no se trataba de una persona, sino de algo, que no sé cómo explicar.
La abuela, tenía casi la mitad de su rostro cadavérico, verla así, hizo que enseguida me regrese a toda carrera por donde vine.
Después de correr por varios minutos, y con temor de voltear si la abuela me estaba siguiendo, al ver a otras personas, me detuve en su lado, y allí con miedo volteo si la abuela me estaba siguiendo.
Las personas vieron que estaba pálido y me pregunta si me encuentro bien.
Cuando le estaba contando que por aquella dirección vi a una abuela, enseguida me interrumpieron, y me preguntaron, no eres de aquí cierto.
Me dijeron que la abuela que vi es un espanto bueno, no hace daño a nadie, más que asustar. Todo el pueblo ya conoce a la abuela y si le sigues hasta el final, lo vas haber desaparecer llegando al monte.
Para suerte, las personas que encontré iban en dirección al pueblo, y al mismo tiempo, eran amigos de mis abuelos, así que me llevaron hasta su casa
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