Un día una persona subió a la montaña donde se refugiaba una mujer ermitaña que meditaba, y le preguntó:
-Qué haces en tanta soledad?
a lo que élla le respondió:
Tengo mucho trabajo
y, cómo puedes tener tanto trabajo?
no veo nada por aquí
Tengo que entrenar a dos halcones y a dos águilas tranquilizar a dos conejos disciplinar a una serpiente motivar a un burro y domar a un león
y, por dónde andan que no los veo?
Los tengo dentro
Los halcones se lanzan sobre todo lo que se me presenta bueno o malo tengo que entrenarlos a que se lancen sobre cosas buenas
Son mis ojos
Las dos águilas con sus garras hieren y destrozan tengo que enseñarles a que no hagan daño
Son mis manos
Los conejos quieren ir donde ellos quieren no enfrentar situaciones difíciles tengo que enseñarles a estar tranquilos aunque haya sufrimiento o tropiezo
Son mis pies
El burro siempre está cansado es obstinado no quiere llevar su carga muchas veces
Es mi cuerpo
La más difícil de domar es la serpiente aunque está encerrada en una fuerte jaula ella siempre está lista para morder y envenenar a cualquiera que esté cerca tengo que disciplinarla
Es mi lengua
También tengo un león qué orgulloso vanidoso se cree ser el rey tengo que domarlo Es mi ego
tengo mucho trabajo
Y tú, en que trabajas?
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